9 may 2009

LA JUVENTUD UNIVERSITARIA Y LA CULTURA



Documento de Debate para el 43º. Congreso de la FEUE

La Cultura comprende un conjunto de bienes materiales y espirituales creados por la humanidad en el proceso de su práctica histórico social del trabajo, a partir del momento en que la sociedad es dividida en clases sociales. Desde la aparición de la propiedad privada, la cultura adquiere un sello de clase y se desarrolla de acuerdo a los intereses de cada una y en donde la cultura dominante es la cultura de la clase que ejerce el poder reproduciendo así símbolos, comportamientos y tendencias enajenantes, a través de elementos puramente mercantilistas.

La Cultura es el área más vital y decisiva para los procesos de integración, solidaridad, unidad y libertad de los pueblos, los valores culturales que subyacen en el Ecuador deben profundizarse y encarnarse en todas las conciencias y en el sentimiento de vida de todo el país; para poder contrarrestar así, la intensa arremetida de la cultura dominante de la burguesía que promueve y difunde el individualismo, el cosmopolitismo, como prototipo de vida sustentado por el postmodernismo y que ha provocado una agresión y dependencia cultural de gran magnitud, pretendiendo así destruir nuestras raíces ancestrales, autóctonas y específicas que tenemos como pueblos, como nación, etnias y nacionalidades.

Vivimos en un escenario de confrontación, tanto en el campo de la vida material, de los intereses y de las ideas de las diferentes clases, en donde se expresan las propuestas de cambio, de desarrollo, de progreso, frente a las posiciones de atraso, postergación y en esta pugna se enfrentan también la cultura y el modo de vida de nuestros pueblos contra la “civilización” que propugna el capitalismo; es decir, la lucha cultural-ideológica, la lucha de ideas está presente en la sociedad y en la vida de los seres humanos.

Se puede decir que hoy, se impone una cultura autoritaria, hegemonista, frente a una cultura democrática. La clase dominante elabora un modelo ideológico dependiente, legitimador y conservador de su posición de privilegios, de opresión y dominación e intenta justificarlo al conjunto social mediante el sistema educativo en todos sus niveles y la universidad no es la excepción, siendo la juventud en especial, uno de los sectores más afectados por la enajenación cultural.

Siendo la Universidad un producto histórico de la sociedad, no está aislada del desarrollo cultural y por su amplia composición juvenil es precisamente una de las instituciones en donde el imperialismo y la burguesía invierte el máximo de recursos materiales, académicos, científicos y tecnológicos, a través de distintos programas y proyectos de “modernización”, que forman parte de una estrategia globalizadora y neoliberal que apuntan a erosionar las bases mismas de la identidad cultural de los pueblo.

En especial, se trata de abordar la conciencia, las costumbres y el modo de pensar de la juventud, para reemplazarla por los llamados “modelos culturales” que hagan de los jóvenes seres pasivos, conformistas, consumistas, indiferentes, incapaces de reclamar por las injusticias, de exigir derechos y participación en las decisiones que toma la sociedad y de esta forma se busca someterlos a las ambiciones de poder, de mayor dominio, de mayor explotación y opresión de la burguesía, razón en las que se sustenta la naturaleza del capitalismo.

Es así como se han implementado rasgos culturales ajenos a nuestra identidad cultural como pueblos; se establecen celebraciones como el “hallowen”, una fiesta sin ningún sentido para la juventud ecuatoriana o latinoamericana; ritmos musicales como el “raegueton” con letras sin ningún contenido social, que inducen el “sexismo” y que más bien buscan trastornar las mentes de la juventud llamándolos a la despreocupación y la desorganización de la vida; se induce mediante la publicidad gigantesca de los grandes medios de difusión burgueses e imperialistas, la moda, “in”, lo “fashion”, que promueve el consumismo; se aconseja por todas las formas como “estar al día” en la adquisición de las “bondades del sistema”, procurando alejar a la gente de los problemas de la sociedad y lo más grave, se producen estereotipos y arquetipos, que hacen que la juventud aspire a convertirse en aquellas figuras que tanto anhelan como los famosos “súper héroes” de la TV o las espigadas modelos de las revistas que propician con sus modos de vida enfermedades mortales como la anorexia y la bulimia que se han extendido por el mundo entero, afectando sensiblemente a la juventud.

La alienación cultural que sufren los pueblos del Ecuador se ha ido desarrollando en distintas etapas siendo las más significativas: la Invasión Incásica en el siglo XV, posteriormente la Conquista Española en el Siglo XVI, siendo la más intensa y agresiva la desatada con la Globalización al iniciar el nuevo milenio y es importante también afirmar que han sido los pueblos campesinos e indígenas y por ende la juventud campesino - indígena la más afectada. Ellos han debido resistir con intensa lucha, las agresiones culturales para preservar su cultura y pese a toda esta lucha existen expresiones como cambios radicales en su vestimenta, idioma, costumbres, tradiciones y comportamientos.

Es necesario comprender que la juventud tiene particularidades y características distintas a la de los demás sectores populares, sus experiencias sociales se expresan colectivamente mediante la construcción de estilos de vida distintos; cuyos rasgos se pueden identificar en el redescubrimiento de su propia identidad, su gran sentido de libertad, el rechazo absoluto al sistema social de corrupción, injusticia, desempleo; la necesidad de mayores oportunidades y espacios para su desarrollo, menos prejuicios sociales, económicos y culturales, ubican la necesidad de vivir en igualdad y equidad; son rasgos que identifican a la juventud y los convierte en la gran esperanza para la unidad, para la lucha, para defender con dignidad y coraje nuestra cultura, la cultura popular, la cultura de los pueblos oprimidos y explotados.

Es así entonces que la FEUE, al ser el referente de la juventud estudiantil universitaria, ha luchado por los postulados estudiantiles democráticos, progresistas y de izquierda, fortaleciendo la unidad del movimiento estudiantil, ha levantado los principios de solidaridad, libertad y ha peleado incansablemente por la defensa de nuestra identidad cultural, es necesario que hoy nos comprometamos en trabajar por la unificación de todas las experiencias en cuanto al desarrollo de las distintas expresiones culturales y artísticas: danza, teatro, música, pintura, artesanía, canto, poesía; entre otros, impulsadas por las distintas filiales que permita planificar acciones para trabajar por la consolidación de un arte solidario y popular que esté al servicio de los más caros intereses de los pueblos para lograr la liberación social y nacional.

Recordemos entonces que el desarrollo del trabajo cultural y de las artes, debe convertirse en un puntal para la difusión de las ideas democráticas, progresistas, de izquierda y revolucionarias, que permita fortalecer el proceso de concientización hacia la juventud universitaria y hacia los pueblos del Ecuador, debemos hacer esfuerzos por lograr que este trabajo sea considerado como una política de primer orden en los planes de trabajo de cada filial y a nivel nacional.

Además es importante apuntalar nuestra acción cultural a la unidad profunda entre la docencia, la investigación y la extensión; que permita ampliar nuestro radio de acción y nuestra práctica social a la vinculación de la universidad con lo sociedad, con el cantón, con la parroquia, con el barrio, con la comunidad, con el recinto, con las instituciones y diversos sectores para robustecer la unidad de los pueblos que busque alternativas para enfrentar la dominación cultural.

Debemos trabajar en unidad con los Departamentos de Cultura de las Universidades para organizar festivales artísticos, caravanas culturales, talleres de cultura interdisciplinarios a nivel nacional, regional, provincial o local para lograr la incorporación de aquellos jóvenes con talento, iniciativa, predisposición y ansiosos de sumarse al reto histórico de la transformación social.

Los estudiantes universitarios conjuntamente con nuestra organización la FEUE, tenemos el deber y la obligación de recuperar, rescatar y preservar nuestra identidad cultural para avanzar en la lucha contra el proceso de dominación cultural y opresión de nuestros pueblos; no podemos hoy renunciar ni eludir el llamado a la unidad, a la organización, a la lucha y al combate decidido para romper con los estereotipos impuestos por un sistema injusto y decadente y juntos alcanzar el objetivo de conquistar una Patria nueva, justa y solidaria a través de nuestra emancipación cultural.


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La Juventud Universitaria Ante la Crisis Ambiental


Documento de Debate para el 43º. Congreso de la FEUE


La evolución de la humanidad nos demuestra que desde el inicio, la vida dependió de la naturaleza, que cada individuo se desarrolló con la interrelación entre el hombre y su hábitat, pero así mismo, con el desarrollo industrial y tecnológico, comenzó la depredación y la destrucción de la naturaleza; es decir, mientras el ser humano intervino en el medio ambiente para modificarlo de acuerdo a beneficios e intereses propios, el deterioro de la naturaleza se intensificó, llegando incluso a la desaparición de formas de vida, en zonas del planeta que en un inicio fueron fuente de una rica biodiversidad.


Y es que desarrollo de la vida en un ambiente sano pasó a la historia, desde que los seres humanos comenzaron a perturbar el medio ambiente, sin aplicar en forma correcta y mesurada la tecnología, para satisfacer las necesidades que se presentaron.


Federico Engels dijo en su obra “La Dialéctica de la naturaleza”: “…cada paso que damos se nos recuerda que en modo alguno gobernamos la naturaleza como un conquistador a un pueblo extranjero, como alguien que se encuentra fuera de la naturaleza… Todo nuestro dominio sobre ella consiste en el hecho de que poseemos, sobre las demás criaturas, la ventaja de aprender sus leyes y aplicarlas en forma correcta”.


Pero lograr un manejo adecuado de la riqueza natural de los pueblos no es posible mientras continuemos en el Capitalismo, mientras vivamos alejados de la realidad nacional y mundial en lo concerniente al tema ambiental.

Hoy se plantea un escenario de retos para los jóvenes progresistas y revolucionarios, pues como producto de la crisis de este sistema capitalista en el que vivimos, se generó una aguda crisis ambiental cuyos progenitores son las grandes potencias imperialistas y las empresas monopolistas, que desde hace mucho tiempo hacen lo que les place con el medio ambiente sin que exista acción alguna sobre sus actividades, en la mayoría de los casos.

Por otra parte, están las consecuencias que la crisis alimentaria traerá hacia el ambiente, pues es posible que en un futuro no muy lejano, se empleen las selvas tropicales o los bosques protectores para cultivos que ayuden a solventar en alguna medida la falta de alimento para el exceso de población humana.

Actualmente en nuestro país, podemos trabajar sobre el eje de un tema central como es la minería, pues de cierta forma, dentro de este tema vienen inmersos otros como la biodiversidad, saberes ancestrales, defensa de recursos naturales, contaminación de ríos a gran escala, desaparición de la selva tropical, entre otros; que se contituyen en desafíos para que la juventud universitaria y su organización la FEUE, desenvuelva acciones destinadas a garantizar un ambiente limpio para la juventud, sobre la base de que somos el presente y futuro de nuestro país y que en torno a esto nos vemos afectados directamente con las consecuencias que trae consigo la manipulación desmedida del medio ambiente.

Los jóvenes universitarios encabezados y representados por la FEUE, tenemos el deber de elevar nuestra voz de protesta ante la situación actual de los distintos ecosistemas que existen en nuestro país, pero al mismo tiempo debemos señalar a los responsables de esta crisis ambiental, que no son sino, los grandes capitalistas, las potencias mundiales que explotan la naturaleza indiscriminadamente, así como también los gobiernos de las grandes potencias y de los países subdesarrollados que no han tomado medidas de prevención ni prohibición ante las acciones de las empresas transnacionales sobre el medio ambiente.

Se plantea entonces, que los jóvenes universitarios señalemos y responsabilicemos a los culpables de la destrucción de la naturaleza en nuestro país y en el mundo en general, pero además se plantea que a través de la FEUE y sus asociaciones, en conjunto con otras organizaciones juveniles y populares como la FESE, la UNE, el FRIU y la JRE, se empujen actividades preventivas ante la inminente acción de los imperialistas sobre la riqueza natural de nuestro país.

Tenemos ahora una herramienta fundamental para trabajar en función de la conservación del ambiente. En la Nueva Constitución existe un capítulo entero que trata el tema de la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales, del cual podemos aprovechar sus artículos para emprender acciones amplias y masivas, que nos permitan a los universitarios ser protagonistas en la defensa de la naturaleza. Por ejemplo, en el Art. 400 se declara de interés público la conservación de la biodiversidad y todos sus componentes, en el Art. 403, en cambio, se afirma que el Estado no se comprometerá en convenios o acuerdos de cooperación que incluyan cláusulas que menoscaben la conservación y el manejo sustentable de la biodiversidad, la salud humana y los derechos colectivos y de la naturaleza. El Art. 408 señala que son de propiedad inalienable, imprescriptible e inembargable, entre otros, los yacimientos minerales y que sólo se los podría explotar aplicando los principios ambientales establecidos en la Constitución.

Basándonos en estos artículos, principalmente, podremos iniciar una ofensiva que tenga como objetivo concienciar a la población ecuatoriana acerca de la importancia y necesidad de preservar la naturaleza en los momentos actuales, buscando espacios de opinión pública e incluso instituciones educativas primarias y secundarias para difundir nuestras propuestas con ayuda de la Extensión Universitaria, aplicando este programa de vinculación de la Universidad con el pueblo a nivel de todas las carreras para que los jóvenes conozcan no únicamente los planteamientos de un sector de la educación superior, sino, que estén al tanto de los proyectos que se emprenden en torno al tema ambiental a nivel de otras carreras y de esta forma se haga realidad la consigna de la Universidad del pueblo y para el pueblo.

Otro eje fundamental es el planteamiento de soluciones ante la crisis ambiental que atraviesa nuestro país, y ante esto, los jóvenes universitarios debemos tener claro que la única solución, ante la acción depredadora del capitalismo, que por la avidez de gananacias de sus monopolios provoca la devastación de la Naturaleza y su biodiversidad, es que la Humanidad conquiste una nueva forma de sociedad de progreso, justicia, e igualdad, donde el hombre y la mujer consigana una relación armoniosa con la naturaleza, al tiempo que se terminen las inequidades sociales. De esa comprensión y conciencia surge de manera clara, la necesidad de la instauración del Socialismo en el Ecuador, pues somos testigos de cómo las ansias de riqueza que genera el Capitalismo están destruyendo el mundo no solo en el ámbito económico, sino también en lo concerniente a la naturaleza.

Planteamos entonces, que a través de la Universidad y sus principales representantes se difunda la postura de los estudiantes universitarios ante la crisis ambiental generada por el Sistema Capitalista.

Proponemos que sea la Universidad la gestora de acciones y movilizaciones en defensa de los recursos naturales del Ecuador; que desde la universidad se dicten talleres de capacitación hacia los estudiantes y el pueblo en general, destinados a formar y educar a los ecuatorianos para que tomen conciencia acerca de la importancia de mantener un ambiente limpio, acerca de la necesidad de que los seres humanos tengamos un hábitat sano, un entorno libre de contaminación; pero sobre todo que seamos los jóvenes, tomando una actitud propositiva, quienes formulemos las líneas de acción que debe seguir nuestro país para que sus habitantes podamos vivir y desarrollarnos en conjunto amigable con la naturaleza, no en contra de ella.



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