El hacer educación es hacer política, porque se toma partido por una u otra propuesta, porque se está a favor o en contra de la gratuidad; porque se discrimina o se plantea el libre ingreso democratizando la educación superior, la enseñanza y el saber; porque se es autoritario y abusivo o se apuesta por el cogobierno paritario, permitiendo a los jóvenes proponer y decidir sobre la universidad y el tipo de educación que queremos. También se hace política cuando en el periódico de la Universidad Estatal se habla en contra la Federación de tod@s los Estudiantes Universitarios de Cuenca y del Ecuador y se toma partido frente a un cercano proceso electoral.
Eso no quiere decir, de ninguna manera que la FEUE deba dedicarse a pensar solamente en la política nacional e internacional y olvidar los problemas que sus mismos representantes viven en cada aula, en cada clase, día a día; atraso en el asentamiento de notas, maltrato de docentes en lo sicológico y hasta en lo físico, despotismo de la autoridades, el cobro excesivo de aranceles, y otros.
Por eso la FEUE ha peleado por nuestros derechos, porque los siente suyos, porque vive en carne propia, en sus bolsillos, en los engorrosos trámites, en la incomodidad de las aulas, en los gritos del profesor que se cree dueño de la verdad o iluminado divino, en un modo de pensar y hacer política y se plantea una universidad distinta, emancipadora, democrática y de brazos abiertos.
Eso no quiere decir, de ninguna manera que la FEUE deba dedicarse a pensar solamente en la política nacional e internacional y olvidar los problemas que sus mismos representantes viven en cada aula, en cada clase, día a día; atraso en el asentamiento de notas, maltrato de docentes en lo sicológico y hasta en lo físico, despotismo de la autoridades, el cobro excesivo de aranceles, y otros.
Por eso la FEUE ha peleado por nuestros derechos, porque los siente suyos, porque vive en carne propia, en sus bolsillos, en los engorrosos trámites, en la incomodidad de las aulas, en los gritos del profesor que se cree dueño de la verdad o iluminado divino, en un modo de pensar y hacer política y se plantea una universidad distinta, emancipadora, democrática y de brazos abiertos.
Y es en esta construcción de universidad distinta en la que nos empeñamos, por la que venimos trabajando y en la que conquistamos victorias importantes, históricas, tuyas; porque no las hemos alcanzado solos sino contigo hombro a hombro, caminado por la calles del país, desde Montecristi hasta Cuenca, de Quito a Guayaquil, en la academia, el debate, el foro, en la calle, en la marcha, y en la huelga.
Este proceso no ha sido fácil y nos hemos enfrentado contigo a grandes enemigos, los oscuros intereses extranjeros que pretenden seguir pisoteando una América Latina rebelde y revolucionaria; los detentores del poder en nuestro país, los explotadores, los evasores de impuestos, quienes han vendido nuestros recursos al peso y quieren que sus privilegios no se terminen; quienes ven en la educación un negocio y mercantilizan los derechos de los jóvenes. Pero la razón y la fuerza de nuestros corazones está de nuestro lado, la historia nos empuja y hoy nos plantea nuevos retos, tras este 43 Congreso la FEUE sale fortalecida, pero necesita cerrar filas, combatir junto a quienes vienen luchando contigo y castigar a los enemigos de la Universidad ecuatoriana, aplicar la gratuidad y profundizar los cambios en la nueva Ley Orgánica de Educación Superior, luchar por la aplicación del cogobierno paritario, fortalecer el movimiento estudiantil y denunciar a los enemigos del país, decir fuera base de Manta. Con estos nuevos retos pensemos en un nuevo momento y hagámoslo realidad a cada momento.
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