LA HISTORIA SE REPITE: NUEVOS INTENTOS PARA DESTRUIR A LA FEUE
Los acontecimientos netamente políticos y nada académicos que vive la Universidad Central del Ecuador, que dan inicio con la elección de Edgar Samaniego como rector, y que continúan con los hechos de violencia del 8 de diciembre, la clausura de los locales de la FEUE, la persecución a sus dirigentes, y las elecciones de los nuevos directivos estudiantes, prefiguran ya con claridad un escenario caracterizado por ser un episodio netamente político.
En realidad las escenas son más numerosas que las descritas arriba. Deberían añadirse las informaciones sumarias a empleados, estudiantes y profesores, la arremetida contra los docentes del colegio Odilo Aguilar y la increíble resolución de separar de un proyecto de investigación al afamado científico Enrique Terán.
Revisando las páginas de la historia, concretamente la trayectoria de la FEUE, es decir de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, nos encontramos con episodios similares: desacreditación en del organismo estudiantil, persecución a sus dirigentes, acusaciones de diversa índole. En tiempos de la dictadura militar no era raro que los ministros y medios de comunicación acusasen a la FEUE de tener armas y de alentar la subversión. A veces invadieron la universidad para encontrar en el Paraninfo Che Guevara las armas que venían desde Moscú o Pekín. Nunca encontraron nada, pero no dejaron de llenar las cárceles de jóvenes estudiantes que conocieron a través de esta práctica la acción represiva del sistema y el carácter persecutorio y antipopular de las Fuerzas Armadas.
Las fuerzas de inteligencia política de todos los gobiernos han colocado agentes de inteligencia y provocación en la universidad y seguramente en la propia FEUE. Esto les permitió elaborar expedientes de los principales dirigentes.
Otros agentes, escudados en un falso protagonismo e incluso disfrazándose de izquierdistas o de teóricos insignes, procuraron dividir a la FEUE. Hay decenas de casos y los nombres de muchos de esos personajes figuran en la política nacional. Otros ya fueron desenmascarados en el libro de Phillip Agee, titulado LA CIA POR DENTRO, donde da a conocer las identidades de los infiltrados en el movimiento sindical, en los medios de comunicación y, desde luego, en la universidad.
La ofensiva contra la FEUE y en general contra el movimiento universitario progresista o revolucionario no se ha detenido. Se manifiesta de varias maneras y sabe aprovechar de manera magistral los inevitables errores que puede cometer la dirigencia.
Policías en la puerta de la biblioteca de la Universidad Central. Esa imagen recorrió el mundo. Habían sido llamados para defender con toletes, gases y perros unas elecciones llamadas a consolidar un gobierno estudiantil ubicado junto al gobierno. Quedaron atrás las tesis del cogobierno, la autonomía, la libertad de cátedra. La letra pura del Manifiesto de Córdoba, Argentina , de 1918 se ponen en vigencia, porque además de lo señalado, las acciones de solidaridad con las luchas populares quedarán momentáneamente para mejores momentos.
Dos dirigentes universitarios están en las cárceles. Se les acusa de lo mismo: violencia, es decir inconformidad. Terrorismo, es decir, tener ideas libertarias. Es como regresar a los tiempos de la dictadura militar, donde los jueces, intendentes, fiscales, soldados y medios de comunicación activaban impunemente y llenaban las cárceles de jóvenes, y dejaban. Tal como ahora, en las calles a los banqueros, traficantes, asaltantes, torturados y calumniadores.
Dos dirigentes universitarios están en las cárceles. Se les acusa de lo mismo: violencia, es decir inconformidad. Terrorismo, es decir, tener ideas libertarias. Es como regresar a los tiempos de la dictadura militar, donde los jueces, intendentes, fiscales, soldados y medios de comunicación activaban impunemente y llenaban las cárceles de jóvenes, y dejaban. Tal como ahora, en las calles a los banqueros, traficantes, asaltantes, torturados y calumniadores.
Hace un año, unas jóvenes estudiantes secundarias entregaron a este periodista unas hojas volantes repartidas entre el estudiantado de su colegio. Se les llamaba a participar de las acciones para destruir a la Federación de Estudiantes Secundarios, FESE, y crear otro organismo.
En los mismos días el tristemente célebre ex Ministro Raúl Vallejo arremetía contra la UNE, intervenía groseramente contra sus fondos, acusaba a los dirigentes y de manera vergonzosa llamaba a construir una nueva agrupación de maestros. Ambos intentos, públicos y reiteradamente denunciados, han fracasado estrepitosamente. Ambas organizaciones, junto a la gloriosa FEUE van a estar presente en la marcha de los trabajadores mañana Primero de Mayo, como para hacer ver que no han muerto y que se constituyen en baluartes permanentes de las reinvindicaciones populares.
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